martes, 24 de noviembre de 2015

Crónica de una tragedia anunciada



Miedo, nervios y angustia invaden permanentemente a los vecinos del aeropuerto El Dorado, luego del accidente de la avioneta en el barrio Luján. Centenares de familias sienten amenazado su patrimonio y su salud física, mental y emocional. 
¿Quién Responde?

Después del accidente de la aeronave bimotor, que el pasado domingo 18 de octubre cayó sobre una casa en el barrio El Luján, el miedo y la incertidumbre se apoderan de los vecinos del sector. Y no es para menos, pues tienen que soportar diariamente el ruido del paso de las aeronaves que despegan muy bajo desde el aeropuerto El Dorado cada minuto y que con la reciente ampliación de la licencia para operar 24 horas (ver recuadro) no habrá tregua de día ni de noche.
Como un macabro recuerdo que les partió en dos sus vidas, tendrán que convivir con aquel momento cuando escucharon una explosión fuerte y al salir, vieron la tradicional panadería Villa Suiza, ubicada en la esquina de la calle 64B con 77F, cubierta en llamas. 
Uno de los empleados corría desesperado buscando ayuda y su cuerpo estaba encendido”; “Sonó como si explotaran cilindros de gas. Cuando salí, vimos la llamarada; era muy fuerte”; “Un transformador que estaba cerca del sitio también explotó y se fue la luz en varias manzanas a la redonda”, fueron testimonios de algunos de los testigos, como si narraran una guerra. 

La comunidad grita pero nadie la escucha
Esta tragedia deja al descubierto un peligro latente que se ha anunciado desde hace más de quince años cuando las comunidades organizadas de Fontibón y Engativá evidenciaron el riesgo que corren por quedar literalmente debajo de las decisiones de la Aerocivil.
La licencia ambiental otorgada por el Ministerio de Medio Ambiente mediante resolución 1330 del 7 de noviembre de 1995, estableció que a partir del primero de enero del 2000 no podían volar en el Aeropuerto los aviones más antiguos y ruidosos, catalogados como de primera y segunda generación en la clasificación internacional. La avioneta colapsada era modelo 1977. Es decir, la reglamentación es un saludo a la bandera y las gestiones de la comunidad que desde esa época ha recurrido a todo tipo de mecanismos para hacer sentir su voz, han sido ignoradas.
Ejemplo de ello es la nueva tutela interpuesta por la Veeduria Ciudadana VESAME, en cabeza de su Vocero Helmman Cantor, en defensa del medio ambiente, la salud y la vida por la afectación del Aeropuerto el dorado y la nueva licencia expedida por la ANLA.
Sin embargo, hoy el Estado somete a las comunidades aledañas a convivir con un aeródromo que les amenaza permanentemente su salud física y mental y no toma decisiones favorables ni definitivas para su bienestar. Algunos recuerdan con ironía las obras de mitigación de ruido que hace algunos años se colocaron en puertas y ventanas, que sólo sirvieron para criar ratas y albergar gérmenes en el hogar, pero no insonorizaron de verdad.
La Secretaria de Salud de Bogotá señaló en un estudio reciente que el 37% de los residentes en Fontibón padece insomnio de carácter crónico y en la población infantil el daño auditivo causa problemas de desarrollo y progreso escolar.


Todo sigue como si nada
Entre tanto, los barrios Villa Luz, El Encanto, Álamos y El Luján, no salen de la conmoción, pues cada vez que oyen un avión se estremecen y piensan que la tragedia pudo ser peor.
“A pocas cuadras había un salón comunal con 300 personas, una cancha de fútbol repleta y ahora hay muchos edificios que han dejado erigir, sin medir los riesgos”, dijo Olga Lucía Torres, presidenta de la junta de acción comunal del barrio Villa Luz. Y nadie responde.
Tampoco se sabe la suerte de todas las casas que resultaron afectadas, o la de los dueños de los vehículos que terminaron quemados o averiados, pues siguen sin recibir una adecuada atención y un mes después del hecho la comunidad denuncia problemas de salubridad en la zona.
El alcalde Local de Engativá Carlos Mauricio Naranjo anunció que “se le está haciendo presión a la aseguradora para que responda por la demolición de la edificación afectada y la indemnización a familiares de las víctimas”.

Lo más grave es que ni el dolor de las familias ni la conmoción ciudadana hacen mella en las entidades del sector y la operación aeroportuaria continúa como si nada, pese a la grave situación. Dónde está la responsabilidad de la Aerocivil y el Ministerio de Transporte? Será que toca esperar una tragedia de mayor magnitud para tomar decisiones concretas? Dios nos libre de semejante situación!.

Nuevo horario de funcionamiento de El Dorado, luego de la licencia de la ANLA
Fuente: Aerocivil

La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, autorizó a la Aeronáutica Civil mantener el horario de la operación aérea de las pistas del aeropuerto, así:
Pista
Horario
Observaciones


Norte (Engativá)  
De 6 a. m. a 10 p. m.
Sin restricción alguna para la operación de todo tipo de aeronaves.
De 10:01 a. m. a 11:59 p. m.
Las operaciones podrán realizarle sobrevolando la ciudad.

A partir de las 12 p. m.
Decolajes 100% sentido Oriente - Occidente sin sobrevolar la ciudad.
Aterrizajes 100% Occidente - Oriente.



Sur (Fontibón) 
De 6 a. m. a 10 p. m.
Sin restricción alguna para la operación de todo tipo de Aeronaves
De 10:01 a. m. a 11:59 p. m.
Se permiten los aterrizajes sin sobrevolar la ciudad, sentido Occidente – Oriente.


De 12 p. m. a 5:59 a. m.
Las operaciones de decolaje se realizan en 100% sentido Oriente – Occidente, sin sobrevolar la ciudad.
Las operaciones de aterrizaje se realizan en un 100% en dirección Occidente - Oriente

Según el comunicado, “la Aerocivil mantiene el compromiso de seguir acatando las recomendaciones impartidas por la ANLA relacionadas con el componente ruido, aire y social que con la nueva contratación se duplicarán las estaciones de monitoreo de ruido, pasando de 30 a 60 estaciones de las cuales 28 son fijas, 31 móviles y 1 para atención de quejas de los ciudadanos. Dichas estaciones permitirán transmitir datos en línea de niveles de ruido, tipo de avión, aerolínea, ruta, entre otros, en tiempo real. Estas medidas permitirán facilitar el compromiso de la Aerocivil por una operación aérea amigable con el ambiente para Bogotá”.