- Bogotá, ad portas de elaborar los
planes de desarrollo distrital y locales, tiene en sus manos la
oportunidad para que los acuerdos de paz se materialicen y se hagan
realidad. Urge un nuevo ordenamiento del territorio para la paz y la
convivencia.
- Durante la participación activa de la población en
los próximos encuentros ciudadanos, se debe tener claro que los planes de
desarrollo local tendrán como hilo conductor los acuerdos de paz y por
supuesto, una agenda social.
Una agenda social para la paz conformada por diez componentes, fue
propuesta por los bogotanos en el marco de los encuentros territoriales
llamados: Bogotá, Capital de paz, organizados durante el 2015 en las
diferentes localidades. Entre las propuestas de los participantes se cuentan la
necesidad de hacer un reordenamiento territorial para la paz, teniendo en
cuenta que Bogotá, como otros territorios del país, ha sido ordenada durante
muchos años para la guerra.
De igual manera se propuso fortalecer las iniciativas sociales propias
de las localidades, propiciar una nueva institucionalidad para la paz que tenga
en cuenta realidad y características de cada localidad, impulsar procesos de
construcción de memoria con historias integradoras desde los territorios y crear
planes de desarrollo local y distrital realmente orientados hacia la paz con
inversión pública encaminada a la reducción de las desigualdades sociales y
territoriales.
También se planteó la reintegración social en condiciones de dignidad
y de garantía de derechos sociales para la población, el fortalecimiento donde
los ciudadanos sean considerados sujetos de derechos y no simples beneficiarios
pasivos de programas y proyectos, la transformación cultural para la paz con
nueva escuela y nuevos lenguajes, garantizar un enfoque de bien común bajo la
defensa de los derechos sociales de gestión y de acceso a los bienes públicos y
gestar un mecanismo de monitoreo y
seguimiento a lo pactado.
La agenda local del encuentro para Engativá y Barrios Unidos se
desarrolló en la Universidad Minuto de Dios, donde se dieron cita autoridades
locales, líderes comunitarios, investigadores, académicos y miembros de la
corporación Pensamiento y Acción Social –PAS- organizadora del encuentro junto con
la Secretaría de Gobierno y el Centro de Memoria, paz y Reconciliación.
Para Diego Pérez, representante de la corporación PAS, una de las tareas
del postconflicto es “la necesidad de
construir una cultura de paz a partir de la educación y la pedagogía”. “Que las
negociaciones sean una oportunidad que tenemos los colombianos y las colombianas
para tener otras maneras de relacionarnos, de ir tejiendo esas relaciones entre
nosotros y con la naturaleza, que puedan ser más armoniosas colocando el
diálogo antes que la imposición o la violencia”.
De esta manera surgen serios desafíos para la ciudad. Por ejemplo, en
la academia, ¿cómo se van a plantear el reto de implementar las clases para hacer
pedagogía de la paz?
Ahora bien, hay que tener en cuenta que Bogotá es una ciudad
multicultural, por tanto se ve obligada a pensar el postconflicto desde la
diferencia y la diversidad.
Finalmente, se requiere el urgente desarme de las mentes de los
bogotanos y las bogotanas de todas las generaciones, que por muchos años han
convivido con la violencia urbana y así dejar a un lado la estigmatización
sobre ciertas poblaciones y localidades específicas para repensar en la
convivencia pacífica.
De esta manera, ¿Está Bogotá capacitada para acoger el postconflicto?, pues al parecer en marzo próximo se firma el
acuerdo del fin del conflicto en Colombia, pero la paz, la que todos anhelamos
no se puede firmar, esa se hace en el territorio.
Conflictos más frecuentes en Bogotá
Durante
los encuentros territoriales, Bogotá Capital de paz, se lograron identificar las
siguientes situaciones que motivan la generación de conflictos entre
ciudadanos, en las diferentes localidades de la ciudad:
- Conflictos asociados al tema del ordenamiento territorial
y el uso del suelo
- Problemas de inclusión y reconocimiento de la diversidad
poblacional étnica, afro, indígenas, mujeres, lgbti, víctimas, jóvenes.
- Relacionados con el tema de identidades y reconocimientos
a la identidad cultural, subculturas, identidades diversas.
- La relación entre ciudadanos con las administraciones
locales y alcaldía mayor.
- La relación del ciudadano con la institucionalidad
nacional.
- Problemas de seguridad ciudadana y convivencia.
- Movilidad e infraestructura.
- Protección y cuidado del medio ambiente.
- Acceso y prestación de servicios básicos, salud,
educación, población de tercera edad y condición de discapacidad.
- Formas precarias de sobrevivencia exclusión
económica-social, marginación, vendedores ambulantes.
- Manejo de la información que dan los medios sobre las
localidades especialmente cuando se mantiene la estigmatización de los
territorios.