martes, 10 de julio de 2018

No todo se dice con palabras

César López, en reconocimiento a los medios comunitarios de Bogotá.

“Guardemos la posibilidad de tener un espacio… de crear el propio universo… siempre y cuando no  se dañe a los otros”: César López, artista colombiano.

No todo se dice con palabras, también se comunica bailando, pintando, recitando, tocando un instrumento, entre muchas otras expresiones artísticas. De eso está convencido el reconocido músico César López, quien ha dedicado toda su carrera artística al restablecimiento de la memoria colectiva y la cicatrización de las heridas de la guerra.


De ahí, que desde su Fundación 24-0 realiza un aporte importante a la sociedad colombiana mediante la educación de las emociones, que enseña a las personas a relacionarse mejor con los otros, al tiempo que los aleja de la violencia.
“Estamos comprometidos con la educación de las emociones -dijo el artista- siempre que nos encontramos con un chico que ha practicado la violencia, manifiesta reconocer que quitarle la vida a otra persona está mal, pero en su momento estuvieron atravesados por celos, complejos, iras u otras emociones que dañan a las personas. En la escuela nadie nos enseñó a manejar las emociones, aprendimos a sumar, a restar y a dividir, pero nadie nos dijo cómo encarar la muerte de un ser querido o las frustraciones, infortunadamente eso lo tenemos que aprender en la calle”.
Y es precisamente en la calle donde permean toda clase de tergiversaciones, en una sociedad con un machismo marcado, en el que los muchachos creen que por ser hombres son superiores a las mujeres, o creen que para validarse como hombres tienen que golpear, insultar y empujar hasta el punto de negar su parte femenina, por la falsa creencia de que van a ser vistos como débiles.
Por lo anterior, desde la Fundación 24-0, el músico y su equipo de trabajo interdisciplinario exploran y escuchan los relatos de la Bogotá profunda que habita los barrios, haciendo un aporte importante en la transformación de dichos estereotipos y enseñando a los jóvenes a crear su propio universo, siempre y cuando no se dañe a los demás.

Los integrantes de la Fundación 24-0 también hicieron un sentido reconocimiento a los medios comunitarios de las diferentes localidades de Bogotá, que día a día comunican de manera distinta y directa la cotidianidad de las comunidades y se convierten en “la esperanza de una comunicación que nace en los territorios, dice la verdad, resalta lo positivo y defiende la vida”.