sábado, 28 de septiembre de 2019

Una Ciudadela dentro de la ciudad



A pesar de su muerte, Germán Samper Gnecco seguirá presente con sus aportes como La Ciudadela Colsubsidio y con las palabras que solía repetir “las cosas hay que hacerlas para compartirlas, no para que uno se las guarde”.

Por: Néstor Camilo Garzón Fonseca
Memoria, identidad y Territorio

El 22 de mayo de 2019 murió el arquitecto Germán Samper Gnecco. Seguramente para muchos es desconocido su nombre y su huella en la localidad de Engativá. Por ello aquí va un pequeño recuerdo de una de sus obras: La Ciudadela Colsubsidio, Un conjunto de viviendas realizado por la firma Esguerra Sáenz y Samper Ltda. Integrada por los arquitectos: Rafael Esguerra, Álvaro, Sáenz y Germán Samper.

Transcurrió el año 1986 cuando los habitantes del noroccidente de Bogotá vieron surgir un conjunto de viviendas ubicado en terrenos de propiedad de la empresa Bavaria los cuales fueron comprados por la Caja de Compensación Familiar Colsubsidio, para realizar viviendas para sus afiliados.
Desde el aire se ve un conjunto organizado de apartamentos y plazoletas redondas. Toda una pequeña ciudad dentro de la ciudad. Esto lo reafirma el docente Juan Manuel Montes: “La ciudadela responde a la idea de conformar ciudades, que pueden autoabastecerse y que responden a particularidades en la forma como está construida y a su implicación dentro del sector donde se ubican”. Así pues, la construcción arquitectónica de la ciudadela implicó cambios en su concepción del espacio en la localidad de Engativá, dado que presenta una forma radiocéntrica unida con zonas de residencia, zonas de recreación, zonas de comercio y zonas de servicios. Un punto específico de influencia es el Centro Comercial, entorno a este se encuentran seis lugares centrales como son: la entrada principal, el parque central, el centro médico, la parroquia, el Colegio Colsubsidio y la Alameda-polideportivo.
Otra forma de entender la Ciudadela desde el punto de vista de su función social, es concebirla como un espacio de integración donde se atienden diferentes acciones humanas como deportes, prevención de salud, culto y alimentación. Estamos entonces ante un proyecto urbanístico que cuenta con ofertas espaciales, económicas y culturales, generando en sus habitantes cierto grado de comodidad y una sensación de tranquilidad, derivada de una construcción mental basada en el orden que se puede ver dentro de sus lugares habitables y sus espacios percibidos.

Tour por la Ciudadela
Si hacemos un “tour” por este lugar comenzando por la entrada de peatones sobre la calle 80, encontramos un supermercado. Tras atravesar la plazoleta hallamos una rotonda cultural a su alrededor con gradas y varios locales comerciales.
Continuando el recorrido encontramos conjuntos de apartamentos con nombres de árboles (saucos, robles, cámbulos, limoneros, naranjos, urapanes, ciprés y otros). En sentido sur norte, se llega al parque central de la Ciudadela, desde allí se puede divisar el centro comercial, la iglesia, el centro médico, el colegio y algunas zonas residenciales.
El centro médico adscrito a una EPS, posiblemente es la única construcción arquitectónica de la ciudadela que no tiene forma circular. “Su construcción sigue el esquema de la utilización de ladrillos con variante de tener el techo en vidrio y grandes ventanales por consultorio, por lo cual la iluminación es óptima”.
Al costado derecho del centro comercial se encuentra un colegio el cual tiene amplias instalaciones divididas por módulos, “Su  construcción es cuadrada pero la ubicación interna de los módulos, laboratorios, biblioteca y coliseo es de forma circular”.
Si seguimos en dirección norte encontramos una zona residencial correspondiente a las manzanas 19, 20, 21, 22,23 y 24. Detrás de éstas, se encuentra el polideportivo y la  Alameda Juan Amarillo, lugar dedicado a la recreación y práctica de deportes.




[1] Este escrito se apoya en texto Lo que significa la ciudadela Colsubsidio, ponencia presentada en el II Encuentro de Estudiantes en Geografía por Juan Manuel Montes