A
pesar de su muerte, Germán Samper Gnecco seguirá presente con sus aportes como
La Ciudadela Colsubsidio y con las palabras que solía repetir “las cosas hay
que hacerlas para compartirlas, no para que uno se las guarde”.
Por: Néstor Camilo Garzón Fonseca
Memoria, identidad y Territorio
El 22 de mayo de 2019
murió el arquitecto Germán Samper Gnecco. Seguramente para muchos es
desconocido su nombre y su huella en la localidad de Engativá. Por ello aquí va
un pequeño recuerdo de una de sus obras: La Ciudadela Colsubsidio, Un conjunto
de viviendas realizado por la firma Esguerra Sáenz y Samper Ltda. Integrada por
los arquitectos: Rafael Esguerra, Álvaro, Sáenz y Germán Samper.
Transcurrió el año 1986
cuando los habitantes del noroccidente de Bogotá vieron surgir un conjunto de
viviendas ubicado en terrenos de propiedad de la empresa Bavaria los cuales
fueron comprados por la Caja de Compensación Familiar Colsubsidio, para
realizar viviendas para sus afiliados.
Desde el aire se ve un
conjunto organizado de apartamentos y plazoletas redondas. Toda una pequeña
ciudad dentro de la ciudad. Esto lo reafirma el docente Juan Manuel Montes: “La
ciudadela responde a la idea de conformar ciudades, que pueden autoabastecerse
y que responden a particularidades en la forma como está construida y a su implicación
dentro del sector donde se ubican”. Así pues, la construcción arquitectónica de
la ciudadela implicó cambios en su concepción del espacio en la localidad de
Engativá, dado que presenta una forma radiocéntrica unida con zonas de
residencia, zonas de recreación, zonas de comercio y zonas de servicios. Un
punto específico de influencia es el Centro Comercial, entorno a este se
encuentran seis lugares centrales como son: la entrada principal, el parque central,
el centro médico, la parroquia, el Colegio Colsubsidio y la
Alameda-polideportivo.
Otra forma de entender
la Ciudadela desde el punto de vista de su función social, es concebirla como
un espacio de integración donde se atienden diferentes acciones humanas como
deportes, prevención de salud, culto y alimentación. Estamos entonces ante un
proyecto urbanístico que cuenta con ofertas espaciales, económicas y culturales,
generando en sus habitantes cierto grado de comodidad y una sensación de
tranquilidad, derivada de una construcción mental basada en el orden que se
puede ver dentro de sus lugares habitables y sus espacios percibidos.
Tour
por la Ciudadela
Si hacemos un “tour”
por este lugar comenzando por la entrada de peatones sobre la calle 80, encontramos
un supermercado. Tras atravesar la plazoleta hallamos una rotonda cultural a su
alrededor con gradas y varios locales comerciales.
Continuando el
recorrido encontramos conjuntos de apartamentos con nombres de árboles (saucos,
robles, cámbulos, limoneros, naranjos, urapanes, ciprés y otros). En sentido
sur norte, se llega al parque central de la Ciudadela, desde allí se puede
divisar el centro comercial, la iglesia, el centro médico, el colegio y algunas
zonas residenciales.
El centro médico
adscrito a una EPS, posiblemente es la única construcción arquitectónica de la
ciudadela que no tiene forma circular. “Su construcción sigue el esquema de la
utilización de ladrillos con variante de tener el techo en vidrio y grandes
ventanales por consultorio, por lo cual la iluminación es óptima”.
Al costado derecho del
centro comercial se encuentra un colegio el cual tiene amplias instalaciones divididas
por módulos, “Su construcción es
cuadrada pero la ubicación interna de los módulos, laboratorios, biblioteca y
coliseo es de forma circular”.
Si seguimos en
dirección norte encontramos una zona residencial correspondiente a las manzanas
19, 20, 21, 22,23 y 24. Detrás de éstas, se encuentra el polideportivo y
la Alameda Juan Amarillo, lugar dedicado
a la recreación y práctica de deportes.
[1] Este escrito se
apoya en texto Lo que significa la ciudadela Colsubsidio, ponencia presentada
en el II Encuentro de Estudiantes en Geografía por Juan Manuel Montes