domingo, 18 de octubre de 2020

Mascotas con discapacidad, un reto familiar

Aunque no es muy frecuente, las mascotas también pueden convivir con alguna discapacidad y hacer su vida normal. Hacemos un llamado a los hogares para que acojan los peluditos sin importar sus limitaciones, pues la mayoría son víctimas de lástima y rechazo en nuestra sociedad.

La historia de Esperanza Fajardo, es realmente conmovedora. Hace 3 años rescató a Vera, una perrita criolla que encontró con su familia en la vía a Medellín cuando recién la había atropellado un auto. Recuerda que su hija Alexandra conmovida rompió en llanto al ver a la cachorrita tirada en la carretera con los ojos salidos y las extremidades superiores fracturadas. Sin pensarlo dos veces la adoptaron y la sometieron a diversas cirugías que lograron recuperarla, pero su pata derecha quedó inmovilizada por múltiples fracturas. Hoy, Vera es una perra inteligente, aseada, cariñosa, inquieta y muy juguetona. En casa permanece con una prótesis que por su gran actividad destroza con frecuencia y a la calle sale con un cabestrillo colgado de su cuello, caminando como si nada pasara, nada triste ni retraída pese a su condición. Esperanza y muchas familias han comprobado que adoptar una mascota con una condición conlleva una serie de responsabilidades que garanticen su bienestar, pero reconocen que es gratificante saber que ante el esfuerzo se obtienen óptimos resultados, pues los animales, contrario a los humanos, poseen un alto índice de superación. Los perros y gatos por ejemplo, ante una pérdida no se ponen tristes ni se deprimen sino que se suelen adaptar fácilmente a su situación.

Existen numerosas discapacidades que las mascotas pueden sufrir. Las más frecuentes son amputaciones, parálisis, enfermedades degenerativas, malformaciones, cegueras, sorderas y hasta pérdida de la voz. No obstante, los peludos no son muy conscientes de su condición y carecen del estigma social que se presenta entre los humanos, por tal razón, su condición no les impide ser felices ni cariñosos. Independiente de su condición física, todas las mascotas necesitan el cariño y cuidados de sus amos. Por ello Esperanza Fajardo invita a adoptar sin importar si la mascota presenta alguna discapacidad. “Ellos también son seres vivos y hay que ayudarlos”, concluye. 

¿Cómo cuidar una mascota con alguna discapacidad?

Los cuidados están supeditados a las habilidades previas, las costumbres, la edad y la condición existente, pues cada discapacidad es diferente. Analizaremos las más frecuentes:

1. Discapacidades físicas

Ante la pérdida de una extremidad bien sea por accidentes o por anomalías congénitas la fisiología hace que el cuerpo, las habilidades y el comportamiento se adapten para llevar una vida normal. No obstante, hay que tener ciertas consideraciones:
el ejercicio físico debe ser de menor impacto y no en exceso, el hogar no debe tener escaleras, las superficies no deben ser resbaladizas, y las sillas de ruedas o prótesis deben usarse por cortos periodos de tiempo porque el rozamiento produce lesiones de piel y el uso frecuente puede producir problemas posturales, musculares y articulares.

 

2. Sordera

Es recomendable repetir los mismos gestos para las mismas órdenes, llevarlo siempre atado y acariciarle, pues en un mundo silencioso se agradece mucho el contacto físico. Hay que tocarlo suavemente y permitirle que olfatee para evitar que se asuste.
También es ideal llamar su atención con juguetes de luces y como último recurso usar collares vibradores, siempre y cuando persista en un comportamiento erróneo o peligroso que no podamos controlar.

 

3. Ceguera

Mantener las rutinas acostumbradas y evitar mover sus objetos de sitio así como adaptar el hogar: evitar esquinas filosas, escaleras, balcones y lugares altos con los cuales puedan hacerse daño. Idealmente, tampoco modificar la ubicación de los muebles.  Durante los paseos hay que andar despacio y con mucha paciencia así como permitir que se familiarice con los olores de la calle para que la memoria olfativa les permita recordar los recorridos. Cuando existe este tipo de discapacidad, los demás sentidos, por compensación, se vuelven más sensibles por ello se debe estimular el oído con sonidos agradables y que le permitan conocer la ubicación. Hablarles siempre incrementa la confianza y seguridad.

 

4. Discapacidad vocal

Es la menos común de las discapacidades y puede originarse por accidentes, inflamaciones, alteraciones en el comportamiento y enfermedades congénitas.
Lo más importante que se debe tener en cuenta es conocer y entender el comportamiento de nuestros animales en cuanto a miradas, movimiento de orejas, movimiento de la cola y expresión corporal. Estos son los mecanismos por los cuales nuestros peludos pueden manifestarnos sus necesidades.