La edilesa Darly Caicedo del movimiento Colombiajusta Libres, denunció ante el Concejo de Bogotá la baja participación ciudadana, el alto condicionamiento de la alcaldía mayor y la desaparición de funciones de la JAL.
“Engativá tiene aproximadamente
más de un millón de habitantes, lo que equivale a la ciudad de Barranquilla. Para
el cuatrienio se le asignaron 226.797 millones de pesos, pero esta distribución
de recursos no la vamos a hacer libremente sino que está condicionada por la Confis
03 del 2020 donde la señora alcaldesa mayor decidió que el componente del 45%
era inflexible, es decir que no se pueden movilizar recursos de acuerdo con la
necesidad de las localidades; el 50% se le entregó a presupuestos participativos
y aplaudimos la participación de la gente pero no de manera condicionada como
está sucediendo y el 5% se le entregó a los alcaldes, en nuestro caso
alcaldesa, para que decidiera en qué se iba a destinar. Recordemos que presupuestos
participativos tiene dos fases: en la primera fase en la localidad de Engativá
se inscribieron 8.056 personas, pero sólo 2.432 personas decidieron el destino de
113.398 millones de pesos. Sí a la participación pero articulada y clara. Si
Engativá tiene más de un millón de habitantes, ¿Cómo es posible que finalmente no
se diga cuántas personas deben votar los presupuestos participativos para que
se hagan realidad?”, reveló en días pasados la edilesa Darly Caicedo ante el
Concejo de Bogotá.
Caicedo denunció además
que Engativá entrará a un retraso de malla vial de cinco años, teniendo en cuenta
que los recursos del año 2020 que equivalían a 22.000 millones de pesos fueron destinados
al programa Bogotá Solidaria, es
decir que ya no están en la localidad. “En el Plan de Desarrollo anterior
(2017-2020) teníamos un presupuesto para malla vial de 84.000 millones de pesos
y en este sólo quedaron 8.000 millones de pesos, ni siquiera el 10% de la anterior
administración, eso quiere decir que los barrios que necesitan restauración en
su malla vial y que llevan muchos años pidiendo el arreglo de sus calles, sencillamente
van a seguir viviendo en el barro porque no hubo presupuesto para la malla vial
ya que la administración central decidió tomar los presupuestos y repartirlos
como ellos decidieron sin ver las necesidades de la localidad”.
Finalmente, en su corta
pero contundente intervención, la edilesa reveló que la Circular 33 le quitó
funciones a las JAL y el Acuerdo 740 y el Decreto 768 faculta a la alcaldesa
para decidir en qué se va a invertir en las localidades. “Las JAL ya no lo decidirán
como lo hacían durante los primeros 15 días de diciembre. Se acabaron las JAL”
concluyó la lideresa.