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José Miguel Hernández Arbeláez, economista de la universidad de los Andes y magister en estudios culturales de la universidad Nacional de Colombia. Asociado fundador de la cooperativa multiactiva Cometa y miembro del comité de educación de la cooperativa de profesores de la Universidad Nacional -CooprofesoresUN. |
La Cooperativa Multiactiva, Cometa Global, es una organización solidaria, conformada por un equipo diverso de profesionales, entre los que se encuentran comunicadores, economistas, sociólogos, ingenieros, investigadores sociales, artistas, músicos, diseñadores, publicistas y escritores, que comparten con orgullo su labor como colectivo interdisciplinario, dedicado a impulsar proyectos que generan impacto positivo en lo social, económico y ambiental; y a generar experiencias con soluciones integrales para construir un futuro mejor.
El Hormiguero dialogó con José Miguel Hernández Arbeláez, socio fundador de la cooperativa multiactiva Cometa, sobre el trabajo ejemplar con el que esta organización ha impactado en la sociedad, a partir de sus principios y valores, fortaleciendo la cultura solidaria, popular y comunitaria en diferentes territorios colombianos*.
Hernández es economista y magister en estudios culturales, quien a lo largo de su trayectoria por la economía cooperativa y solidaria, se ha acercado a la economía del bien común como alternativa macro para la sociedad a nivel nacional y global. Gran parte de su vida ha sido dedicada a la formación cooperativa con niños, niñas, jóvenes y adultos.
José Miguel, ¿Cuál es la historia de la Cooperativa Cometa y el significado de su nombre? Cometa comenzó en 2012 con cerca de treinta amigos que habían trabajado juntos y compartían distintas áreas profesionales. Se le dio el nombre de Cometa para jugar con la cometa que vuela y alcanza el cielo, que tiene un polo a tierra, que tiene cola y le da mucha fuerza. Es un nombre lúdico para que la gente lo recuerde con mucho afecto.
¿Cómo desarrollan su trabajo solidario? Desarrollamos el trabajo solidario como un equipo de autogestión colectiva cooperativa, es decir, todo lo desarrollamos los mismos asociados en torno a la cooperativa, y el trabajo solidario lo proyectamos hacia las comunidades, otras cooperativas, empresas privadas, etc.
¿Cuáles son los objetivos de Cometa? Los objetivos están en torno al desarrollo social, económico y cultural, tanto de sus asociados como de las comunidades, y a eso le hemos puesto mucha atención, que no solamente haya proyectos en los que participan los asociados, sino que también beneficien a las comunidades en los distintos campos como experiencias de comunicación, de organización de comunidades, de educación y de creación de cooperativas para comunidades de base.
¿Qué servicios presta la cooperativa multiactiva Cometa? Impulsamos prácticas culturales tanto en lo tradicional de la cultura como en el periodismo, la comunicación, la educación, las artes y la música. Ofrecemos distintas áreas alternativas, pero también entendemos en las prácticas culturales las prácticas económicas. Por ello, hemos comenzado a valorar en dónde hacemos el mercado para comprarle productos alimenticios a los mismos asociados que los producen o a redes campesinas cercanas y hacer así un aporte al desarrollo económico basado en la cooperación y la solidaridad. Al mismo tiempo impulsamos otras formas culturales, foros, tertulias y publicaciones para profundizar comprensiones culturales alternativas, nuevas visiones éticas y nuevas visiones históricas de los procesos que vivimos.
Ante la diversidad de servicios que ofrece Cometa, ¿Cómo están organizadas las líneas de trabajo? Cometa es una cooperativa multiactiva, entonces tiene varias líneas de trabajo, todas en torno a la cultura. Una sección es de educación cooperativa, allí están los proyectos de Jóvenes Sin Fronteras hacia los niños y los jóvenes, con medios de comunicación para los jóvenes y con los jóvenes. Segunda línea, de servicios de educación y comunicación y periodismo. Por ejemplo, con la cooperativa Cooptenjo se hizo el libro de los 50 años y fue una experiencia muy linda conocer esa historia; con la cooperativa Cooptraiss se ha hecho por varios años el informe anual; con Coasmedas se han hecho varias publicaciones y revistas, incluyendo la de los 50 años. Una tercera línea de trabajo, son los servicios culturales donde se apoya a grupos de música y arte para que puedan desarrollar sus proyectos con la persona jurídica de Cometa. Otra, es el apoyo en comercialización y divulgación a los alimentos que los asociados microempresarios producen. Y, tenemos otros proyectos en cuanto a la formación de cooperativas en torno a las redes de apoyo entre profesionales.
¿Cuáles diferencias destacaría entre una organización solidaria y una empresa capitalista común? Son varias. La primera: la empresa es una unión de capitales y su objetivo es la maximización de la ganancia de cada capital, mientras que la cooperativa y las organizaciones solidarias en general, son una asociación de personas que se unen para ayudarse en un objetivo que puede ser producir en conjunto o comercializar en conjunto o financiar equipo de capital o crédito etc., todo en conjunto. La segunda: la empresa de capital es de propiedad de un grupo de inversionistas frente a la cooperativa que es de propiedad colectiva de todos los socios que participan. La tercera: los dueños de la empresa, y por supuesto del capital, toman las decisiones estratégicas y determinan la junta directiva, frente a las cooperativas en la que cada asociado, independiente del aporte económico que haya hecho, tiene igualdad de derechos para votar y definir los objetivos estratégicos. La cuarta: las cooperativas están basadas en la responsabilidad social y el compromiso con la comunidad, esa es parte de su identidad, ¿cómo contribuimos a la sociedad?, puede ser con productos en el mercado o de otras formas; mientras que las empresas de inversionistas no tienen ese compromiso comunitario. Hay programas de responsabilidad social que son muy cuestionados porque en la práctica se vuelven estrategias de mercadeo y posicionamiento de marca.
En su opinión, ¿En qué estado está el movimiento cooperativo actualmente en Colombia? El cooperativismo es una doctrina filosófica. Hay muchas personas que compartimos la idea de que se debe impulsar un movimiento social de personas comprometidas para apoyar formas cooperativas como economías del bien común. Esto es diferente al sector cooperativo, que es el sector de la economía calculado en las cuentas nacionales de cuánto aportan al empleo y al PIB, eso es otra cosa. El movimiento cooperativo corre como el movimiento ecologista o el feminista y está todavía muy incipiente, pese a que hay una larga tradición de personas cooperativistas en el mundo. Como formas coordinadas de acción, hacia objetivos comunes de impulsar la economía del bien común, estamos avanzando y ya hay conciencia de eso. Esto implica que haya valoración de las cooperativas de producción que están incipientes y no son principales, porque las de mayor importancia son las de servicios financieros donde el vínculo es en torno a los servicios de ahorro y crédito y la solución a las necesidades financieras de las personas. En una cooperativa de trabajo o de producción, por ejemplo, nos reunimos para compartir cómo generar y mejorar los ingresos, cómo aportar al mercado y a la sociedad.
¿Cuál debería ser la estrategia para incentivar la creación de organizaciones solidarias en las nuevas generaciones? La estrategia para incentivar la creación de organizaciones solidarias y en particular la de crear cooperativas en las nuevas generaciones, debe articular el interés de las personas que estamos en las cooperativas para fomentar la creación de nuevas organizaciones solidarias y ese es parte de los objetivos y dinámicas que debe tener el movimiento cooperativo como movimiento social: impulsar formas de economía basadas en la solidaridad y el bien común, y no seguir con la pretensión de que todas las personas quieren ser empresarios como Bill Gates. Que ellos (los jóvenes) comprendan que unirse es parte de la identidad del ser humano. En la universidad, en el barrio, en los deportes, etc., trabajan en grupo y esa es la semilla para conformar equipos y transformarse en una organización con objetivos, principios y valores. Lo segundo, es que la política educativa, así como fomenta economía y emprendimiento privado, también debe fomentar y mostrar a los jóvenes las ventajas, los encantos y los desafíos que tiene crear cooperativas, con los equipos de fútbol, con las bandas musicales, con los grupos de lectura, de música, de periodistas, de movimientos ambientalistas, feministas, etc., en los colegios e instituciones educativas.
¿Cómo hablar de la economía solidaria con los niños y las niñas? Lo más importante son las cooperativas infantiles, ¿cómo invitar a los niños y las niñas y motivarlos para que formen sus propias cooperativas? Permitiéndoles construir sus propias reglas de juego, en un ejercicio de libertad donde cada uno elige ser parte de la cooperativa. Ellos pueden dar un paso adelante con las experiencias tan lindas que tienen con sus grupos de juego, sus equipos de deporte, sus grupos de música, de danza, de amigos, sus huertas escolares… todo eso ya es un espacio colectivo creado por ellos y ellas. Hay que pensar en cómo avanzar para formar equipos organizados que se conviertan en cooperativas infantiles y juveniles con principios y valores que ellos mismos deben definir. Esos niños y niñas al dar ese paso, van a llevar ese aprendizaje a sus familias, a sus hermanos mayores, a sus padres y a su comunidad.
¿Qué futuro augura a la economía solidaria en el país y en el mundo? El futuro es maravilloso, el tiempo del capitalismo hegemónico con las gravísimas consecuencias para la humanidad, por el deterioro que ofrece la vida de consumo, por fortuna está pasando. Es un péndulo de la historia y vamos con mucha fuerza hacia formas de economía basadas en la solidaridad y el bien común, formas de cultura y de valoración ética de las personas y de la dignidad humana. Debemos aprender de las expresiones de economía solidaria que vienen de tiempo atrás, como las formas históricas de las comunidades indígenas, las economías populares y comunitarias, las comunidades afro, etc.
¿Por qué optar por hacer parte de una organización solidaria, frente a emplearse en una empresa? Cuando las personas se unen en una organización cooperativa para cualquier propósito, bien sea económico, de producción, de comercialización o social, en torno al deporte, el arte o la cultura, están sumando sus fortalezas, entusiasmos, capital social y conocimientos, y esos vínculos sumados al aporte monetario para conseguir equipos, sede, etc., facilitan la vida de la cooperativa, donde se tiene más viabilidad de participación, que al pasar una hoja de vida a una empresa en condiciones nada democráticas. En la cooperativa todos participan de las decisiones estratégicas porque es su propio proyecto de vida. Ser parte de un colectivo, para los jóvenes, es una alternativa maravillosa de formar su propia cooperativa productiva juvenil.
¿Qué invitación haría a las personas para que se acerquen a la economía solidaria? En este mundo tan egoísta e individualista, centrado en cada quien y en sálvese quien pueda, la economía solidaria es un rescate a la dignidad humana, donde se valora el ser en todo su potencial, con el encanto de que cada quien decide si quiere ser parte del movimiento cooperativo y de aportar a ese propósito común, de manera libre y democrática. La economía solidaria y la cultura de la solidaridad y del bien común, son una alternativa cultural y ética para muchas personas hoy. ¡Bienvenidas y bienvenidos!