La carrera 77B en el barrio Villa Luz era visitada continuamente por
delincuentes que asaltaban sus carros, sus casas y los transeúntes que de
manera desprevenida caminaban por sus calles. Fueron muchos años de zozobra, donde
los atracos se convirtieron en el pan diario del vecindario, hasta que los residentes
decidieron unirse y tomar medidas que les permitieran vivir tranquilamente.
Luego
de varias reuniones donde hubo desacuerdos y acuerdos, lograron aportar entre
todos para instalar 25 cámaras ubicadas en sitios estratégicos que les vigilan
permanentemente el frente de sus casas y las cuales pueden monitorear desde los
televisores del hogar o desde las pantallas de sus celulares. Recientemente,
con el acompañamiento de la Policía y de las autoridades locales, lograron
inaugurar oficialmente su propio Frente Local de Seguridad. Ente tanto, en el
barrio San Joaquín bastó con que un residente le pidiera permiso a su vecino
del frente para instalar una cámara de seguridad que vigilara su fachada por
los continuos atracos de los que había sido víctima, para que saliera a flote la
problemática de inseguridad que cada hogar estaba sufriendo en silencio. Hoy,
cuentan con un frente de seguridad de 38 cámaras y alarmas que protegen a una
manzana completa. Y así, se tejen historias de decenas de barrios como La
Riviera, Normandía o Bolivia, donde a partir de los continuos robos, se han
creado exitosos Frentes de Seguridad como medida de prevención y protección.