Hans Manuel Rodríguez Moreno
Comunicador Social-Periodista
Con la reciente reestructuración del esquema de salud en la ciudad, varios usuarios
empiezan a tener problemas en la prestación de servicios a la hora de acudir a
los hospitales. En Engativá, por ejemplo, fallas en el sistema actual tales
como arbitrariedades en la intermediación, insuficiencia en los sistemas de
información, inequidad en la atención y el traslado de unidades especializadas
(como la de pediatría) a otros hospitales generó un malestar extendido en la
comunidad.
Según la Subred
Integrada de Servicios de Salud, con el modelo actual de salud en la capital se
propone reorganizar la red hospitalaria distrital y clasificarla en cuatro
subredes: sur, norte, sur occidente y centro oriente. Por medio de los Centros
de Atención Prioritaria en Salud (CAPS), la reestructuración de los 22
hospitales para los capitalinos tiene como finalidad mitigar el hacinamiento, aumentar
los módulos especializados, mejorar la infraestructura existente, aumentar las
consultas prioritarias entre otros y, de esta manera, mejorar la atención a los
pacientes ofreciéndoles unidades médicas especializadas más ágiles y modernas.
El problema actual
La reacción
generada a partir de estos cambios no se ha hecho esperar. La preocupación en varios sectores que han
protestado por la suspensión de servicios médicos en varios hospitales de
primer nivel y el posterior traslado a otros centros más lejanos, que aún no
cuentan con la infraestructura necesaria para la atención de pacientes, ha
dejado a la comunidad insatisfecha por el riesgo que supone para la población
más vulnerable.
Sobre las
críticas al nuevo modelo de salud en la ciudad, Helman Cantor, representante de
la veeduría ciudadana Vesame, dice que “se produce una gran afectación porque
se impone una barrera de acceso a los usuarios. En el hospital de Engativá, por
ejemplo, se perdió la unidad de neonatos y la implicancia que esta decisión genera
radica en que muchas de las personas que acuden a los hospitales no tienen
dinero suficiente para desplazarse desde las UPZ hasta los lugares donde
trasladaron las unidades especializadas; ahora les toca hasta el hospital de
Suba”.
Los afectados
Pero la
presunta inoperancia del hospital de Engativá, debido al traslado de servicios
médicos especializados, deja entrever que los únicos afectados no son los niños
y sus padres que tienen que superar las barreras geográficas sino la comunidad
en situación de discapacidad. Para José Orlando Rodríguez, habitante del sector
de Engativá Centro y persona con una limitación física, “la situación es
crítica debido a una cirugía mal realizada he quedado postrado a una silla de ruedas y sin contar con una pensión o una ayuda
institucional, los desplazamientos resultan engorrosos por la precariedad
económica y la dificultad en la movilidad para una persona en mi situación. Es
complicado pedir una cita médica porque mi estado de salud es delicado”,
afirma.
En esta misma situación se encuentra María Azucena
Mirgue, también habitante de Engativá Centro, con problemas de salud agudos que ante una
complicación cardiaca, por ejemplo, tendría que ser enviada al hospital de
Kennedy y no al hospital de la 80 que le queda más cercano pero que no cuenta
con servicio de hospitalización.