Son varias las problemáticas
generadas por la construcción del puente de la calle 63 que pasará sobre la
avenida Boyacá. Los residentes del sector así lo explican y se lo han hecho
saber a las entidades, pero mientras la obra avanza, todo sigue igual.
El puente de la Avenida
Mutis con Boyacá tendrá dos calzadas de tres carriles por sentido que, según el
IDU, descongestionarán gran parte del occidente de la ciudad, generando una vía
alterna hacia el aeropuerto El Dorado y reduciendo los tiempos de
desplazamiento en casi 45 minutos por trayecto. Con una inversión de $98.243
millones de pesos que
provienen del pago de valorización de los hogares del sector, la construcción
ofrecerá además 27.028 metros cuadrados de espacio público
y una nueva CicloRuta a los más de
500.000 habitantes de barrios como La
Reliquia, El Encanto, La Cabaña, Bosque Popular, Normandía y el occidente de
Engativá.
Observaciones de la comunidad
Para Orlando Caicedo Zamora,
residente de Normandía y directivo de Asonormandos, la obra no tiene los
rendimientos esperados para una construcción de esta magnitud. Al parecer, los
contratistas no cuentan con los equipos suficientes y las instituciones como el
acueducto, la empresa de energía, ETB, entro otras, tampoco colaboran para
atender las diferentes situaciones de su resorte que se presentan.
Son varias las objeciones que
tienen frente a la obra y así se lo hacen saber a los contratistas en las
reuniones de socialización. Por ejemplo, “Nos dicen que van a sembrar piedras
debajo del puente y eso no sirve para nada, indica Caicedo, sería mejor que
hicieran parqueaderos, bodegas, ventas ambulantes organizadas o baños públicos,
que tanta falta le hacen a la ciudad. Hay que tener en cuenta que ese punto es
estratégico porque ahí se bajan muchos pasajeros del transporte intermunicipal, por tanto se
necesita que el espacio esté iluminado y controlado para eliminar la
inseguridad”.
¿Realmente desembotellará el tráfico?
Con la mirada y la experiencia de
los residentes del sector, el trancón
que se formaba en esta intersección va a
quedar solucionado, pero el problema no será quitado de raíz teniendo en cuenta
que hacia el oriente la Mutis se reducirá a dos carriles a la altura del Jardín
Botánico. “Ahí habrá un embudo total, explica Caicedo, y peor aún si se tiene
en cuenta que con frecuencia se parquean buses de colegios y los autos se
detienen para dejar a los deportistas que frecuentan el salitre”.
La propuesta es que amplíen la
vía, “Si están haciendo una inversión gigantesca en el puente, que inviertan en
una solución total, pues lo ideal sería diseñar los desvíos para que la Avenida
Mutis no tenga semáforos en ninguno de sus cruces, desde la carrera 96 a la
altura de la feria de autos en Álamos
hasta El Campín, en una longitud de 7 kms”. De lo contrario, argumentan
que el puente en construcción no va a
ser la solución esperada.
“Esta situación la hemos hecho
saber en reuniones y por escrito al IDU, a Movilidad y al contratista.
Todos conocen nuestra propuesta de desvíos para organizar mejor el tráfico,
pero los contratistas responden que no pueden intervenir sitios que no están a
su alcance, el idu dice que tiene que comprar predios y debe hacerlo con
movilidad y así las entidades se botan la pelota”
Asonormandos
Orlando Caicedo Zamora, es ingeniero civil y
fundador de la Corporación sin ánimo de lucro Asonormandos, creada por un grupo
de profesionales interdisciplinarios vecinos de Normandía, para hacer veeduría
a los proyectos que se están adelantando en un sector de Engativá. Su rango de
acción va de la carrera 68 a la avenida ciudad de Cali y de la calle 26 a la
63. Dentro de su ejercicio, se destaca
el seguimiento hecho al mantenimiento del puente vehicular de la Avenida El
Dorado con Boyacá y actualmente
inspecciona el avance de la construcción del puente de la Avenida Mutis
con Boyacá.