Por: Humberto Ramos
G.
Director General en
Business Group Big – Ideas -
Contacto: businnessgroup@gmail.com
|
Vivimos
día a día criticando el gobierno autoritario de nuestro vecino Venezuela, y no
nos damos cuenta que aquí estamos igual
o peor, nuestros mandatarios tradicionales no quieren soltar el poder para dar
oportunidad a gente nueva innovadora y genuinamente preocupada por este hermoso
país, aquí nos acostumbramos a que la concentración de poder se pase de familia
en familia entre los más poderosos y adinerados, a quienes no les importa nada
más que el poder porque el dinero va y viene en sus negocios organizados.
Es
increíble cómo se compran conciencias pero aun peor como se venden conciencias,
criticamos el caos en el que estamos pero con absoluta seguridad somos
culpables de él, no hay una responsabilidad social para elegir a nuestros
mandatarios, simplemente porque permitimos que nos vendan promesas que no se
cumplen una vez elegidos, y simplemente nos volvemos títeres de la política
tradicional en busca de sus objetivos.
No
hace mucho se promulgaba una ley ANTICORRUPCION, donde los únicos afectados
eran los políticos, sin embargo no sucedió,
triste determinación, y la cito en mi reflexión porque uno de los puntos que se
mencionaba era el de disminuir los salarios de nuestros mandatarios a una
remuneración decente, muchos de ellos se rasgaban las vestiduras diciendo que
era lo justo, y hoy no he visto el primero que lo haga de manera voluntaria, se
decía en ese momento que con el dinero que se ahorraría por este concepto se
cubrirían muchos de los costos que asume hoy en día nuestra nación, contrario a
ello y en vez de tomar una formula tan efectiva como esa, se piensa más bien en
aumentar la edad de nuestros valiosos trabajadores para que cada día sea más
difícil pensionarse.
Se
habla de la corrupción pero considero que hay algo más grave, la pérdida de
valores y de aquellos principios morales que hoy en día no hacen más que parte
de las historias que cuentan los abuelos, en el afán del modernismo hemos
permitido que nuestros mandatarios creen unas políticas públicas nefastas, sin
ir más lejos en la política pública de la niñez, le quitamos autoridad a los
padres, pero le entregamos a nuestros niños a las bandas delincuenciales
quienes los utilizan para sus fechorías amparados en la legalidad, se le ponen
todos los tropiezos del mundo a los jóvenes para que accedan a la educación
pública, pero en cambio le legalizamos la dosis personal, le exigimos a los
ladrones que se pongan a trabajar pero se persigue a los vendedores informales
amparados en el código de policía, tristemente todos somos parte del estado
actual de este sistema, se necesita un cambio verdadero, los medios de
comunicación por ejemplo tienen que cambiar de enfoque tienen que ser realmente
independientes, no pueden convertirse en una herramienta política y coger una
noticia y darle y darle todo el día hasta que aparece una nueva primicia y así
hacer un ciclo repetitivo, hay que hacer seguimiento a la información que
publican a sus denuncias, hay que ser directamente responsables de los destinos
de nuestra nación.
Los
jóvenes tienen que soñar con manejar el país y hacer de ello una meta a volver realidad, ello es posible si dejan
de ser sujetos pasivos políticamente y
sobre todo si realmente eligen a conciencia a sus gobernantes, un político que
al año de mandato no cumpla con el plan de gobierno que propuso para ser
elegido debería ser destituido por justa causa como funciona en todos los
trabajos, eso es algo más que justo.
No
soy político ni hago parte de la izquierda o la derecha, soy un simple
colombiano preocupado por esta bella nación, con la esperanza que esto cambie
algún día, para dejarle un mejor país a nuestros hijos, por eso en esta época
electoral los invito a reflexionar y a hacer usos de su derecho al voto de una
manera responsable, tenemos que cambiar los destinos de nuestra amada Colombia,
cambiemos la quejadera por acciones plenas en el ejercicio de nuestros
derechos, dejemos de ser marionetas para realmente convertirnos en los
productores de este hermoso país.