Construcciòn
de la avenida Cali con calle 72 |
Con frecuencia algunas personas se quejan de los servicios del Hospital de Engativá otros de lo distante, pero pocos de ellos conocen el proceso de lucha que implicó conseguir este lugar y solucionar esta y otras problemáticas que tenía la localidad a inicios de la década del 90s. El derecho a tener un hospital y dar solución a necesidades locales requirió la integración de diferentes lideres comunales y cívicos quienes formaron en 1993 el Frente Cívico por Engativá con el propósito de exigirle al gobierno distrital responder a las necesidades que se tenían en la época.
La formación del Frente Cívico
Roberto Quintero, quien hizo parte del Frente Cívico y hoy presidente de la JAC del barrio Marandú, señala que dentro de este proceso fue importante Asojuntas ya que antes no existía en la localidad: “Cuando nace Asojuntas en 1989 hay mayor acercamiento entre los comunales de la localidad y se empieza un trabajo más organizado frente a las alcaldías de esa época. En ese proceso de organización se evaluaron una serie de necesidades que tenía la localidad, en aspectos como la malla vial, la falta de un hospital y otras se dieron discusiones y se nombró una comisión para redactar un documento y presentarlo al alcalde Jaime Castro”. Como había inconformidad ante la administración del alcalde mayor, líderes comunales, cívicos y políticos, se reunieron en varias ocasiones para evaluarla. Luego de un tiempo deciden organizarse en el Frente Cívico por Engativá para conjuntamente presentar a la administración soluciones a los problemas de la localidad.
Peticiones y demandas
Las diferentes problemáticas
locales fueron recogidas en un pliego de peticiones que se condensó en catorce
puntos que fueron expuestos por una comisión elegida para presentar a la
administración distrital. De acuerdo con el Semanario Voz en su edición del 24
al 30 de junio de 1993, dentro de este pliego se solicitaba:” instalaciones de
redes nuevas y colectores de aguas negras, mejor los servicios de alumbrado,
teléfonos, energía eléctrica y vigilancia policial en zonas críticas”. Roberto
Quintero, agrega: “Había unos puntos muy específicos que eran la construcción
del hospital, la construcción del parque San Andrés, otra problemática que
había era que en Bachué estaba la estación de policía en un espacio público,
otro punto era la prolongación de la avenida 68 entre lo que hoy en día es la
Cali y la entrada a Álamos Norte. También se solicitó mejorar la malla vial,
construcción de varios CAI y la construcción de una sede de la Universidad
Distrital que iba a ser donde hoy se encuentra el Colegio Distrital Bolivia”.
Ejerciendo presión social
Para ejercer presión ante las entidades distritales y la Alcaldía Mayor se realizaron acciones como dos movilizaciones para parar el transporte y una amenaza de paro, lo cual demostró que el Frente Cívico por Engativá tenía respaldo de la comunidad, lo que llevó al alcalde Jaime Castro a una negociación. El 5 de junio de 1993 se firmó un acta de acuerdo entre los lideres del Frente Cívico y el gobierno distrital donde esté último se comprometió a cumplir, entre otros, con la construcción de la estación de policía, reactivación de los CAI de Quiligua, Garcés Navas y Villa Luz, reubicación de los vendedores ambulantes entre la calle 68 y la avenida Boyacá, revocar el contrato de entrega del estadio Tabora al IDRD, construcción de un polideportivo para la zona décima y adecuación del polideportivo de Bachué. La firma del acuerdo llevó a que se suspendiera por un tiempo un paro que se anunciaba realizar, así lo registro el diario El Tiempo en la edición del 6 de junio de 1993: “El comité organizador del paro cívico anunciado para el 7 de junio, suspendió por dos meses la protesta, a la espera de que en ese tiempo se comience en firme a dar soluciones en la localidad, en ese tiempo se hará seguimiento a las tareas del gobierno y tras el balance decidir si se hace el paro o no”.
Se hizo el paro cívico
Foto tomada el 5 de junio de 1993 a algunos integrantes del Frente Civico por Engativá.
Publicada por EL TIEMPO.
Pero pasaron
más de dos meses y algunos compromisos no se cumplían, lo que llevó a que se
nombrara un comité de las JAC de los barrios de la Cali hacia Engativá Pueblo,
este comité impulsó un paro cívico para exigir el cumplimiento de los acuerdos.
Aunque el inconformismo duro varios días, el día clave fue el 28 de febrero de
1994 cuando se realizó el paro recordado por Roberto Quintero: “Ese día se
paralizó todo este sector de la localidad y hubo 20 detenciones de comunales
que fueron a parar a la Cárcel Distrital, entonces eso nos provocó mayor bulla
porque hubo gases, agua y salía por la televisión. La respuesta de la gente fue
buena”.
Como contestación
al paro, la administración distrital fue cumpliendo obras solicitadas como la construcción
del hospital, del parque de San Andrés, el traslado de la estación de policía a
Santa Helenita, la prolongación de la calle 68, entre otras. Sin embargo, otras
siguen en deuda como la prolongación de la avenida José Celestino Mutis y la
construcción de más centros educativos en la UPZ 74.
Hoy, cuando
hay un paro nacional donde los jóvenes y otras poblaciones de la localidad han
tomado parte activa, conviene no olvidar esta experiencia de acción colectiva, donde
como evoca David Páez, otro de los integrantes del Frente Cívico: “fueron las
necesidades que se tenían en la localidad las que nos unieron para buscar
soluciones”.