jueves, 21 de octubre de 2021

#Entrevistas

 No hay que dar ejemplo sino ser buen ejemplo 

Sus conocimientos y su entusiasmo al compartirlos, han trascendido a las nuevas generaciones y seguramente quedarán para la posteridad. 

(ver entrevista completa)

El Hormiguero. ¿Cómo inició su trabajo ambiental?

Rosalba Muñoz. Yo llegué con mis dos niñas pequeñas al barrio Laureles, donde no había servicio de agua y había que tomarla de una pila. Luego se me presentó la oportunidad de vivir en el salón comunal de Engativá pueblo que estaba abandonado, con mi esposo lo limpiamos hasta convertirlo en dos grandes jardines muy bonitos. Empecé en el 2005 en la Junta de Acción Comunal, me invitó una señora de la Torquigua a participar en su lista y Fabio Gacharrná me dijo que me inscribiera en ecología y desde ahí hasta hoy pertenezco a la comisión ambiental. En el 2006 doña Clemencia (Q.E.P.D) me invitó a una reunión y el hijo estaba haciendo la tesis en la Universidad Nacional fue a que le prestara la casa para hacerle tomas al humedal y en ese tiempo todavía no sabía que era una parte ecológica porque alrededor había marraneras, ganado, sembrados de maíz y fresas. Él me invitó a una escuela con el acueducto y ahí inicié a estudiar la parte ambiental y empecé a entusiasmarme con el tema y realicé diplomados con la ESAP con INPAHU, con Secretaría del medio ambiente y la alcaldía local. Llevo tres años como consejera de patrimonio. La idea es que el Instituto de Patrimonio le dé el aval al humedal Jaboque de salvaguarda, para que sea reconocido como una parte histórica y ancestral, porque allí vivieron Muiscas que luego fundaron los Ingativas.

Rosalba Muñoz, lideresa ambientalista y de patrimonio histórico en Engativá.

E.H. ¿Cuál ha sido el mayor logro en su vida como lideresa ambiental?

R.M. Me siento contenta de haber despertado el interés por el humedal porque hace siete años hice promotoría ambiental en el Jardín Botánico y para graduarme tuve que hacer trabajo en el territorio y qué sorpresa que la gente que vive alrededor no sabía que eso era un ecosistema, ni la importancia de la fauna, la flora, el cuerpo de agua y la parte histórica del humedal con sus camellones, sus monolitos y toda la historia ancestral que hay allí para resaltar. 

E.H. ¿Cuáles son las actuales problemáticas que enfrenta el humedal?

R.M. Se solicitó una reconformación hidrogeomorfológica que se hizo desde la mesa ambiental, pero erróneamente se propusieron senderos que no eran necesarios, eso no era lo que se solicitaba y hoy el humedal está lleno de lodo. Los senderos los están terminando en estructuras metálicas y el humedal no necesita eso. En la carrera 122 hicieron un muro de contención para retener los lodos y que el agua baje “limpia”, pero eso lo que está haciendo es perjudicar el sector, pues de la 122 hacia el oriente el humedal está altísimo.

E.H. ¿Cuál sería la solución a esta problemática?

R.M. Se necesita que draguen y el muro de la 122 que dicen que es un control biológico, pero perjudica al humedal y a los habitantes porque es imposible el flujo del agua, la invasión de zancudos ya no es solo de noche sino todo el día. A lado y lado del muro tienen que abrir 3 metros para que el agua corra. En la carrera 110 veo que están abriendo espejos de agua, eso también se necesita, pero hay que remover el sedimento en todo el humedal. Antes se veía la regleta de la 122 que marca la altura del humedal y hoy ya no se ve la regleta, es peligrosísimo ver cómo se está llenando de lodo, eso es urgente.

E.H. ¿Cómo es vivir cerca del humedal?

R.M. Ahora que entramos al verano aclara desde muy temprano y a las cinco de la mañana empieza a ver el cielo azul, muy hermoso. Antes de las seis se empieza a ver el destello amarillo y unos contrastes hermosísimos. El sonido de los pájaros es una cosa muy hermosa.  Desde la ventana de mi casa se ve espectacular los árboles del parque La Florida. Si uno se siente aburrido, me subo a mirar por la ventana, me fascina ver el ave Espíritu Santo, de alas grises y pecho blanco, porque nos da un hermoso espectáculo cuando va a cautivar su presa. Ver cómo se sumergen las tingüas en el humedal, no tiene precio. 

E.H. ¿Cómo ve el empoderamiento de las mujeres por los temas ambientales y de comunidad?

R.M. Estamos teniendo más mujeres trabajando y velando por que a las próximas generaciones no les dejemos este planeta tan destruido, desordenado y sucio. Felicito a las mujeres que están empoderándose del tema social y el cuidado de lo que le vamos a dejar a nuestros hijos. Si las mujeres seguimos con este empoderamiento y apropiamos del tema político creo que no vamos a dejar tan mal el planeta para las siguientes generaciones. 

E.H. Un mensaje para las entidades responsables del cuidado del humedal…

R.M. Al Acueducto que tiene que velar por los cuerpos de agua, que le hagan el mantenimiento honestamente. No tienen que inventarse todo lo que se inventan para gastarse el dinero, haciéndole el dragado, revisando las conexiones erradas, sensibilizando a la gente para que no bote aguas negras al humedal. La UAESP ha mejorado muchísimo, porque en Engativá hay una cantidad de puntos críticos y a diario están recogiendo escombros y están haciendo la tarea. Que no dejen de recoger y sensibilicen la gente para que hagan la separación en la fuente. Si en los sectores que están llenos de basura y no hacen la separación en la fuente se cobrara una multa, la gente cambiaría el chip de no revolver la basura. Pensemos en la gente que vive cerca del basurero y entre menos desechos echemos allá, va a ser más vivible para todos los vecinos.  

E.H. ¿Cómo recomienda iniciar un trabajo ambiental en comunidad?

R.M. Las Juntas de Acción Comunal son la primera llegada para hacer el trabajo y aprender, se prestan mucho para estudiar y aprender, para hacer programas con los niños en el tema ambiental, de educación y cultura. Bienvenidos los jóvenes, que las Juntas de Acción Comunal sean manejadas por los jóvenes para tener una oxigenación porque estamos muchos adultos mayores y creo que ya nos deben reemplazar los jóvenes.