La voz de un adulto mayor
“Estoy
viva como fruta madura,
dueña
ya de inviernos y veranos,
abuela
de los pájaros,
tejedora
del viento navegante”.
Gioconda Belli
Psicóloga Coach
www.humanosalaobra.com
En nuestra sociedad se valora en extremo la juventud; una piel lozana,
un cuerpo ágil, se asocian a felicidad, porque se tiene salud y se tiene ‘la
vida por delante’. Una aventura va de la mano de un muchacho quinceañero y es
válido soñar cuando se tienen 20 años. Arriesgarse es natural en los jóvenes de
30 y aún equivocarse se acepta y ‘es bien visto’ aún en alguien de 40 años. Es
común que se empiece a ver a una persona en la madurez de los 50 como alguien
ya entrado en años, se comienza a pensar en el retiro y la pensión que cada vez
se acercan más. Y muchas veces se asocia la jubilación como el principio del
fin.