Incrustado entre la selva de cemento en la que se ha convertido Bogotá, frente a la estación de La Granja-carrera 77 y al occidente del Minuto de Dios, un sosegado territorio ofrece a propios y desprevenidos extraños, hermosos jardines con zonas de descanso y esparcimiento. Un lugar que nadie imagina existe a pocos pasos de la acelerada calle 80.
El barrio La Palestina fue creado por la sociedad San Vicente de Paúl en los inicios de la década de los 60. Está compuesto por 330 casas construidas en cinco etapas, cada etapa con su respectiva zona verde. Limita al norte con el barrio Tisquesusa, al oriente con el Minuto de Dios, al occidente con la urbanización Afidro y al sur con la calle 80 y el barrio La Granja. El alto sentido de pertenencia de sus habitantes, la gestión de la Junta de Acción Comunal y la inclusión de sus líderes de antaño se ven reflejados en sus zonas verdes, en sus calles, en su salón comunal y en las fachadas de sus casas. No obstante, se encuentran estancados en un limbo jurídico porque las zonas comunes, como el parque principal, pertenecen aun a la sociedad San Vicente de Paul lo que impide que sean mejoradas con recursos públicos, pero tampoco reciben inversión ni apoyo de esta Sociedad. Un limbo, que la comunidad palestina exige sea desentrabado en la brevedad del tiempo para poder salvar del deterioro sus parques y ofrecer espacios deportivos dignos a sus residentes y visitantes.