En el barrio minuto de Dios, el arte visita la
sala de las casas*
Reflexionar sobre la voz humana que se sobrepone, lee, habla o canta y sobre el cuerpo que emite esa voz, el cual depende de su condición y de su relación con quien le está escuchando, es la esencia de “Cabaret Caballo”, una de las expresiones performáticas del artista e investigador Alejandro Jaramillo, que se mostró en la sala de una casa en el barrio Minuto de Dios.
Se trata de una de las performances de la I versión del proyecto
“Performance en casa” adelantado por el Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá,
una propuesta de Andrea Aguía que acogió el museo, el cual permite disfrutar
una obra de arte en primera fila, donde los espectadores, la galería, las
luces, el sonido, la silletería, el palco, la tarima y la pantalla, no van más
allá de un par de metros dentro de la sala, haciendo juego con la decoración y
la mascota del hogar.
La primera versión de “Performance en casa” se hizo en la Casa-Restaurante de Raquel, cuyo progenitor fue mensajero del Padre García Herreros. En esa ocasión, Liliana Caicedo, Artista Plástica y docente universitaria, llevó una serie de preguntas sobre cosas íntimas de los participantes, a través de las cuales se conocieron vidas e historias de las personas. La sala donde se realizó era el cuarto donde la abuela de Raquel cosía. Allí emergieron objetos representativos como las tijeras con las que se cortaban las telas y los participantes se sentaron, hablaron, preguntaron, intercambiaron y se reconocieron.
Origen de la idea
De acuerdo con la directora de “Performance en Casa”, Andrea Aguía, Filósofa y Magister en Artes Plásticas y Visuales, la idea de llevar actos performáticos a las casas surge después de una lectura con estudiantes de la Universidad Pedagógica Nacional de “El Espectador Emancipado” de Jacques Rancière, “donde las practicas relacionadas con el estar presente ante el otro crea una comunión que en otras maneras de hacer arte no se da y tiene que ver con una nueva forma de tener una experiencia común a través del arte”.
“Se trata de rescatar la dimensión política del arte que involucra las afecciones y las cercanías de la gente del común. Es una práctica comunitaria que crea sensibilidad frente al otro y sus acciones”, explicó Andrea Aguía. Sin duda, el proyecto le otorga a la performance ese tinte político surgido desde lo comunitario, “de la necesidad de conocer al otro con el que me siento al lado”.
De esta manera se logró unir el proyecto “Performance en casa” al programa “Arte en casa” del Museo de Arte Contemporáneo, el cual se trabaja con la comunidad y muestra al museo como una casa abierta dentro del barrio, donde las personas tienen familiaridad con él.
“Arte en Casa” es un programa propuesto por la comunidad del Minuto de Dios en el 2008, cuando se cumplieron los 50 años del barrio, el cual permitió que diversas obras de la colección del MAC visitaran algunas casas vecinas y en un par de horas se realizara una tertulia en torno al arte, la cultura, la familia y la vida en sociedad.
Para Gustavo Ortiz, Director del Museo de Arte Contemporáneo, “Arte en Casa” activó la relación entre el museo y la comunidad al tiempo que generó empoderamiento entre las familias. “Esa es la función del museo hoy día en la sociedad: acercar, crear vínculos generar relaciones y conexiones”. En las exhibiciones de entonces se mostraron fotos de las familias originales del barrio y obras que involucran la vida y los oficios de las personas, para entender que muchas obras de arte están totalmente vinculadas a la vida diaria y no es algo de artistas-genios aislados. “Se compartieron historias de vida, se recuperó la memoria y los valores barriales del minuto de Dios que son muy fuertes, porque el barrio se conformó como una comunidad desde el inicio”. Explicó el Director.
“Se trata de rescatar la dimensión política del arte que involucra las afecciones y las cercanías de la gente del común. Es una práctica comunitaria que crea sensibilidad frente al otro y sus acciones”, explicó Andrea Aguía. Sin duda, el proyecto le otorga a la performance ese tinte político surgido desde lo comunitario, “de la necesidad de conocer al otro con el que me siento al lado”.
De esta manera se logró unir el proyecto “Performance en casa” al programa “Arte en casa” del Museo de Arte Contemporáneo, el cual se trabaja con la comunidad y muestra al museo como una casa abierta dentro del barrio, donde las personas tienen familiaridad con él.
“Arte en Casa” es un programa propuesto por la comunidad del Minuto de Dios en el 2008, cuando se cumplieron los 50 años del barrio, el cual permitió que diversas obras de la colección del MAC visitaran algunas casas vecinas y en un par de horas se realizara una tertulia en torno al arte, la cultura, la familia y la vida en sociedad.
Para Gustavo Ortiz, Director del Museo de Arte Contemporáneo, “Arte en Casa” activó la relación entre el museo y la comunidad al tiempo que generó empoderamiento entre las familias. “Esa es la función del museo hoy día en la sociedad: acercar, crear vínculos generar relaciones y conexiones”. En las exhibiciones de entonces se mostraron fotos de las familias originales del barrio y obras que involucran la vida y los oficios de las personas, para entender que muchas obras de arte están totalmente vinculadas a la vida diaria y no es algo de artistas-genios aislados. “Se compartieron historias de vida, se recuperó la memoria y los valores barriales del minuto de Dios que son muy fuertes, porque el barrio se conformó como una comunidad desde el inicio”. Explicó el Director.
La Performance: intrusa que se vuelve familiar
La casa reúne a las personas que la habitan, la performance pone en comunión al grupo de personas que participa de ella. Son dos lugares de comunión por excelencia: la casa y la performance, reafirmando la esencia comunitaria de la práctica (performance) y del lugar (la casa), se pretende llevar a un lugar común, una práctica artística comunitaria.
Llevando la performance a espacios íntimos, se hace de los recuerdos de casa un evento que viene del exterior: el artista performero, el público invitado por la familia, el curador y el equipo del museo. La performance entra como intrusa al espacio de la sala y se convierte en familiar y, sin duda, hará parte de los recuerdos de familia.
Llevando la performance a espacios íntimos, se hace de los recuerdos de casa un evento que viene del exterior: el artista performero, el público invitado por la familia, el curador y el equipo del museo. La performance entra como intrusa al espacio de la sala y se convierte en familiar y, sin duda, hará parte de los recuerdos de familia.
*En el
proyecto “Performance en casa” participan reconocidos artistas performeros
colombianos como Liliana Caicedo, Alejandro Jaramillo, Andrea Aguía y Adrián Hueso, con la curaduría de Juan
David Quintero y el apoyo del equipo del Museo de Arte Contemporáneo, dirigido
por Gustavo Ortiz y su Jefe de Comunicaciones Alejandro Triana.