Sin excusa para dejar de estudiar
- Con una verdadera pedagogía integral,
que incorpora labor social con trabajo pedagógico, psicológico, médico, de
valores y ambiental, cerca de 30 jóvenes desescolarizados, son atendidos y
orientados cada semestre por el Instituto La Sabana de la Asociación Mutualista
Quirigua.
Lo anterior, responde a la labor social de la Asociación Mutualista
que ante la problemática de los estudiantes que por una u otra razón no pueden
continuar en el sistema educativo tradicional, se dio a la tarea de abrir las
puertas, desde el 2003, de una institución que trabaja con un puñado de ellos
para adelantar sus estudios al tiempo que para orientarles ante las dificultades
que atraviesan. “La mayoría de estos jóvenes
han sido víctimas de bullying en sus colegios y por consiguiente han tenido
dificultades en sus hogares. Muchas veces en los colegios tradicionales se
confunde la dificultad actitudinal o cognitiva que presentan los estudiantes
con maldad, pereza o falta de entusiasmo. Hay casos aislados en que están
iniciando en el consumo, pero hay otros en los que las dificultades son
cognitivas o comportamentales y simplemente requieren de una atención más
directa y personalizada”. Así lo evidenció la Coordinadora del Instituto,
Ana Lucía Abella, quien fue docente del distrito por muchos años y reconoce que
es muy complicado manejar estos jóvenes con dificultades en grupos grandes donde
no se alcanza a conocer el verdadero problema o preparar material propio para
cada estudiante de acuerdo con su particularidad.
El Instituto la Sabana funciona en la carrera 90 88-05. Allí todos los
días de lunes a viernes se dan cita no más de 30 jóvenes para recibir sus
clases tradicionales en grupos que no van más allá de cinco por curso. Reciben
clases en jornadas de 7 a 12 y deben cumplir con normas de convivencia, mínimos
de comportamiento y excelentes resultados académicos.
Cada año, o ciclo, se desarrollan dos cursos de tal manera que un
estudiante puede adelantar su bachillerato en tres años. Cada semestre se
gradúa una promoción de bachilleres, los egresados salen muy bien preparados
para afrontar la vida, no solo en conocimientos sino en experiencias, madurez, valores
e inteligencia emocional.
Acompañamiento integral
Dentro de los servicios adicionales que presta la institución se encuentra
el de psicoorientación, con profesionales especializados. De acuerdo con la
psicopedagoga y orientadora del Instituto Flor Ángela Solano, “Las carencias de afecto son muy grandes y
eso conlleva a que los muchachos busquen llenar esos vacíos con amigos y
personas que no los conducen a buen término. Tratamos jóvenes con problemas de
drogas, hurto o vinculados a pandillas. Lo que se busca es que ellos encuentren
acá cariño, comprensión, apoyo, perder el miedo a contar ese tipo de
situaciones. Vinculamos a los padres mediante charlas y los guiamos para que
puedan interactuar con sus hijos y para que los jóvenes logren encajar en la
sociedad de manera exitosa”.
Cuentan con el apoyo del hospital de Engativá que desarrolla jornadas
de prevención al consumo, asistencia odontológica, médica, de orientación
sexual y nutricional, con los estudiantes. También han recibido apoyo de la
Alcaldía Local con profesores de teatro, cine y audiovisuales, para que los
chicos desarrollen destrezas artísticas e interactúen con la tecnología de
manera lúdica y responsable.
“Además trabajamos en un huerto ubicado en las instalaciones del
centro y dirigido por el docente de biología, investigador, naturalista, animalista
y licenciado de la Universidad Distrital. Tenemos lotes de cultivos de cebolla,
zanahoria, aromáticas, tomate, etc; la idea es q ellos aprendan de
agricultura orgánica para que en sus
casas repliquen el modelo y desde muy jóvenes adquieran responsabilidad ambiental”,
dijo Ana Lucía Abella.
De
igual forma los estudiantes del Instituto La Sabana, han realizado campañas de
reciclaje con la comunidad. Recientemente, por ejemplo, con la ayuda de la
empresa Aguas de Bogotá se recuperó el espacio público, en un sitio
tradicionalmente conocido por ser botadero de basuras de habitantes de calle.
Hoy es un jardín de llantas y ofrece un ambiente armónico a las familias y
entidades educativas del