martes, 29 de septiembre de 2020

Una Metamorfosis llamada Colombia

Es claro que todo el sistema político, económico y social de nuestra nación está permeado por la corrupción. Es decir, quienes integramos nuestra sociedad, estamos inmersos en el engranaje de la corrupción. Todo tipo de institución “santa o profana” está traspasada por la corrupción. Estamos enfermos. Desde niños se nos ha inoculado la idea de la viveza entusiasta, que se traduce en el “no dejarse de nada ni de nadie”, haciendo uso, si es preciso, de ataques preventivos; la trampa es astucia, el aprovecharse de los demás es ingenio; el dinero fácil es emprendimiento… no importa el cómo, lo que importa es el qué. Se dice: “no sea pendejo y hágale, sin agüero, túpale papá… “Todo vale”. Y lo peor, nos creemos los más “verracos” del mundo, sabiendo que la verraquera la tienen todos los seres humanos sin distingo de nacionalidad, etnia o variado tipo de conglomerado. Sí, creídos hasta el engreimiento sarnoso del orgullo patrio… La humildad de nuestros ancestros se nos olvidó.

sábado, 12 de septiembre de 2020

Ante la contaminación y la inseguridad las comunidades reaccionan con huertas urbanas

Quienes transiten entre las carreras 101 y 105, al costado norte del canal de Los Ángeles, se encuentran con la huerta Fapqua Güeta que saluda a propios y visitantes con sus cultivos de maíz, papa, arracacha, lechugas, frijol, tabaco, quinua, alverja, café, tomate, aguacate y uchuva, entro otras. Ejemplar acción de la comunidad ante la contaminación del canal de Los Ángeles.

En la ladera del canal de Los Ángeles a la altura de la carrera 101, sector de Tierragrata, los transeúntes atisban con gran admiración y curiosidad el surgimiento de una huerta urbana creada por un puñado de vecinos que con pica y pala rescatan el verdadero sentido ecológico de este espacio.
Así nos lo hizo saber el estudiante de biología de la Universidad Nacional, Sergio Bohórquez, quien hace más de cinco años lidera el exitoso movimiento Engativá Cultiva mediante el cual congrega a amantes de la siembra, de la tierra y de la vida para tejer comunidad, interviniendo espacios estratégicos de la localidad, conservando las costumbres de los ancestros bajo los conceptos de autosostenibilidad y soberanía alimentaria. “Trabajamos desde la iniciativa propia de cuidar el medio ambiente para contrarrestar las inclemencias de las entidades empeñadas en talar árboles y meter cemento en los espacios verdes. De alguna manera es nuestra forma de protestar por lo que está pasando con los humedales y en los cuerpos de agua como los canales de aguas lluvias que reciben aguas residuales sin control, convirtiéndolos en caños”, explica Bohórquez.